Soy un cadáver
en un inédito estado,
me niego a seguir muriendo
no se como evitar que mi carne
se siga pudriendo,
porque donde han llegado los gusanos
intento convencerme
que se trata de las heridas propias
de los trasnoches del alcohol,
evito que me pongan una cruz y una lapida
después de haber sido arrojado
a la tierra en m cajón,
evito la tierra que sepulta mi ataúd.
grito fuerte sin que nadie me logre oír,
angustioso lloro
y grito tu nombre
e n las cuatro esquinas de mi sepulcro.
Ardo en fuego y son estrellas
y un rayo de la luz de la luna llena
las que atraviesan
por una mirilla
hasta este reducto de podredumbre,
a esta histeria abandonada
hasta por su propia sombra.
Jesús llora sangre en mi ateo calvario,
mis vísceras se contraen en los pequeños mordiscos,
la muerte más oscura
repica en mil campanas,
un grito sangriento
me retumba los oídos,
en este útero macabro me voy llorando
a un mundo que quizás es más mundo
que este donde los puñales
se escondían con rostro de huérfanos
y de pan en cada rincón,
a gritos abandono
los últimos recuerdos
mi madre ..
roban mi ultimo aliento
y reparto sangre
ahora si,
a estos gusanos..
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