domingo, 15 de marzo de 2009

EL REY DE LA MALA CUEA

Paso Sin querer debajo de todas las escaleras
y me cagan las palomas desde lo alto.
Se me derrama la sal y el azúcar en la mesa
y el aceite y la mayonesa en la camisa que recién había lavado.
Se me cruzan todo los gatos negros
(incluso en botellas y en cajas de Tetra Pack)
y se me acaba de los vasos casi tan rápido
Como comienzan las ganas de seguir tomando.
Me cantan todos los gallos tarde en la noche
y cruje la casa entera tipín doce...
Nunca he encontrado un trébol de cuatro hojas
Ni una mujer que me quiera.
Nunca me he topado con una herradura
Ni he encontrado en la calle un billete de a luca.
Pero me sale agua hasta en la sopa
y cumbias hasta en las fondas.
Me salen curas hasta en la tele
y canciones fomes hasta en la radio.
Me salen conocidos hasta en las peleas de perros
y mi cara hasta en el espejo.
Mi billetera esta vacía, mi cuenta sobregirada
Mi revolver no tiene balas.
Mi mujer me engaña con mi mejor amigo
Que además me debe plata.
Cuando esperaba ese tan importante llamado,
cuando venían a mí las ideas,
cuando necesitaba comer algo
me cortaron el teléfono, la luz y el gas, y también
El agua mientras el pelo con champú me lavaba.

Paso sin quererlo por sobre toda la caca de los perros
y se ríen de mí los niños pelo de chuzo desde lejos.
Se me cruzan todas las procesiones
y las marchas cuando voy apurado
y tengo un hijo Hiphopero que todas las mañanas llega curao,
Dios es mi copiloto y Satanás maneja un Foto-radar;
mi ángel de la guarda se guardó bien fondeado, y últimamente Cupido
Sólo me lanza escupidos.
Y es que el amor no golpea mi puerta, pero sí lo hacen los Ratis,
Los cobradores y los Mormones.
Y me salen delincuentes hasta en el Estadio
y sinvergüenzas hasta en el Congreso.
Me salen engrupidos hasta en las peñas
y gitanas hasta en el Cerro;
me salen macheteros hasta en la esquina
y tarados hasta en el Metro.
Me llueve sobre mojado, me truena sobre empapado.
Mi hada madrina está en la ruina,
mi doctor de cabecera se descabezó,
a mí siquiatra lo encerraron por loco,
A mi confesor por pedófilo.
Me echaron del trabajo
y el finiquito me lo robaron en la mañana en la que iba a pagar
la cuenta del Hospital Público por el ataque cardíaco
que me provocó él haber caído en la cárcel
por haber intentado comprar
unos discos pirateados mal grabados
De Marchas Militares en el Paseo Ahumada.

Se secó la planta de ruda, se me hizo añicos el Buda,
Se pudrió la pata de conejo y mi hijo mayor me dice “viejo”.
Se me tapó la taza del baño,
se me acabó la tarjeta del Celular,
el papel del Fax, se me cayó el Sistema,
se me saltaron los Compacs, se me reventó el Calefont,
se me enredó la cinta, me entró agua al bote,
se me apagó la tele, se me voló la techumbre, perdí la señal...

Se me perdió el boleto ganador de la Lotería,
cuando se nos quemó la casa recién comprada y llovida
en el incendio que provocó el cigarrillo que le prendí al equeco
que me regaló con tanto cariño mi primo aquella tarde
Antes de haber muerto atropellado por un camión de Endesa.
Se me quemó el arroz, se me quebró el acuario,
se perdió el motorista que me traía la pizza,
me tragó la tarjeta el Cajero Mático,
mi auto no parte y a mí se me partió el corazón
cuando supe que mi ex amante,
No era totalmente mujer como yo creí.

En el juego ni un punto,
En el amor ni un puto... siquiera.
Me gané el subsidio en una villa de pacos
y una beca para estudiar en la Gabriela Mistral,
me gané una subscripción al Mercurio
y me llamaron del Mac Donalds para ir a trabajar.
Mi cruz se hizo cara, mi cara se está arrugando
y mientras me afeitaba el espejo se quebró.
No me cantan los grillos, pero si los tuetues,
Los evangélicos y las sirenas de Seguridad Ciudadana.
Dejé embarazada de sextillizos a la empleada
sin contrato de 17 años por culpa del condón
que se me rompió justo cuando comenzaba a eyacular
a los diez segundos de haber iniciado el acto sexual...

Y más encima vivo en una ciudad fea, estrecha y bulliciosa,
con seis emergencias ambientales al año y en una comuna,
Con un vertedero y un alcalde facho.
¡Yo soy así, soy el rey de la mala cue’a ¡...
y siempre que la gente me escucha
después me quiere sacar la chucha
y otros que junto a sus nenas
Se ríen de estas desgracias ajenas.
¡Yo soy así, soy el rey de la mala cue’a,!...
y aunque me esfuerzo por no hacerlo
más encima siempre termino escribiendo
tonteras fomes como éstas,
como éstas,
como éstas,
como éstas
¡¡¡Pucha que soy quemao!!!



(de parcialidades mundanas)