domingo, 15 de marzo de 2009

Notas y percepciones sobre Carlos Leppe


La primera vez que oí hablar de Carlos Leppe fue durante una conversación sostenida con unos antiguos amigos en que nos tratábamos de acordar de las cientos de performances seudo poéticas que había realizado el poeta Raúl Zurita en su trayectoria literaria. De los "volones" ninguno con alguna relación poética y en general bastantes de mal gusto: como lanzar poemas desde un avión, masturbarse frente a la virgen, echarse acido en los ojos, darse vuelta la chaqueta políticamente, copiarle poemas a Bob Dylan hasta las mas recientes como arrodillarse frente a un déspota como Ricardo Lagos y recitarles sus poemas militantes, simplones y chupeteros. En aquella conversación salto a la palestra también Diamela Eltit escritora a la que nunca he podido leer mas de 2 líneas pero que recomiendo a ojos cerrados como un efectivo antídoto contra el insomnio. También se hablo de alguien que yo desconocía totalmente un tal Carlos Leppe artista plástico que durante los años de la dictadura pinochetista y posterior había desarrollado un trabajo que nunca había estado alejado de la polémica, escuche algunas cosas que captaron mi atención y producto de una enorme casualidad no pasaron 2 semanas cuando fui a ver una exposición que hizo en el museo de arte contemporáneo que se publicito con Bombo y platillo en algunos lugares. Pensé y por ciertas referencias que me iba a topar con excelentes fotografías y así fue exceptuando por algunas bastantes particulares y algunas otras "exposiciones" que combinaban la televisión, los anuncios publicitarios ,videos clips, sangre, trozos de carne etc. Recuerdo haber visto un video en que el mismo Leppe se corta las venas y en otros en que esta vestido de mujer asimismo una replica de la virgen que esta en el cerro san Cristóbal pero sobre un gran cerro de cabellos humanos, la virgen además lloraba; una particular metáfora que mezclaba el fervor popular y el dolor de miles de compatriotas que habían sido reducidos a restos por el fascismo chileno.

Leppe representa un icono trasgresor dentro del arte chileno, despojado de toda institucionalidad, orgánica y estética artística. El performer ha ocupado su propio cuerpo como soporte para algunas de sus particulares obras. Sujeto-Objeto presente por ejemplo en "El happening de las Gallinas", Leppe "sentado sobre una tarima, inmóvil, con una corona funeraria alrededor de su cuello, mientras el público lo contemplaba en silencio y circulaba entre gallinas de yeso y un viejo ropero con objetos personales y muchos huevos. Este trabajo abrió la primera interrogante pública acerca de la crisis de la identidad sexual y a partir de este trabajo, el artista desarrolló un programa cuyo eje medular fue la temática de su identidad sexual mediante su cuerpo como ser sexuado."(Portal del arte).La obra "sala de espera" contiene televisores viejos sin pantalla en donde podemos ver fotografías de el con su madre, de la virgen del carmen y nuevamente de si mismo vestido como travesti. La instalación contiene además otros televisores en que se ve a su madre hablando sobre el y otros en que se ven comerciales y programas populares de su época.

Los trabajos de Leppe contiene una gran cantidad de elementos cotidianos, de materiales en desuso con el cual el artista entrega su toque de reciclaje artístico, todo combinado con la fotografía, el video Art., el clip, la pintura, escultura, instalación, dibujo, sonidos, cine y un sin fin de artes integradas, tanto a la historia del arte, a la situación política del país, como a aspectos biográficos se han presentes en la obra de Leppe, cuyos trabajos se hicieron conocidos en 1974 y hoy son objeto de estudios a nivel mundial en distintas academias y facultades de arte y su influencia particularmente notoria en el arte moderno de vanguardia e incluso en la publicidad.



(Marcelo valdés)



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