martes, 20 de diciembre de 2011

Paisaje


Es un oscuro viento el cual sopla en estos días, y esta caliente aquí dentro en una pira ,prehistórico, tétrico, cadavérico en su sonrisa huesuda, esta remeciendo ramas ebrias de utopía ,ha salpicado de sangre el alma que ya no es alma , perseguida desde la infancia, desde ese llanto del parto y esa sangre en el parto por el acto violencia no amor de creación del diablo, el engendro en el parto, ese blanco y ese frio , ese blanco frio del hospital sangriento de flácidas carnes en la miseria oculta oculto cuchillo en mano para cortar lo umbilical y el llanto en el parto ,la carne en el parto, la muerte que comienza en el parto y el viento oscuro de esos días en el lugar blanco del parto.
Los muertos no se aparecen solo de noche, lo negro no es solo lo malévolo .Yo soy parte del Diablo, me visto con colores varios, soy un demonio de tantos, soy humanidad , necesito sonreír, darte la mano, violarte de vez en cuando para seguir amando, y sigas siendo mi platónica amada, en un traje ajustado de secretaria dulce oculta de tu marido y tus hijos, devorar tu sangre, mantenerte pálida y ojerosa hasta convertirte en un demonio mas, expulsada para siempre de tu edén como yo de un paraíso dictatorial que desde antes de existir la historia y la humanidad yacía muerto, casi todos los ángeles hoy están acá y junto a ellos me he alejado volando en noches aun cuando mi dolor en lo contemporáneo tiene esa fatiga de estar siendo devorado por esta niebla demente que me persigue. Imbécil, asqueado de luchar contra las sombras descubrí una tarde al cortar mis venas que parte de esas sombras era yo y están en mi sangre humana, soy este torbellino mefistofélico, soy todo lo que merece el mundo. No hay escapatoria desde el averno, fatigables se hacen las tardes abordando el sol en las entrañas y salgo desde mi tumba para orinar mi propia lapida y reír de la muerte y son mis colmillos en las noches los que se regocijan al morder los cuellos y beber la sangre de mis amadas, prostitutas silenciosas en el pecado ,mujeres de bien ,vírgenes en lo espiritual y vuestra sangre vaginal post penetración es el tinto , la sangre de María que bebo en copa de cristal excitado y es la que exalta mi alma a la gloria, volviéndome mas puro e inmortal, calmando mis aflicciones para así caminar sereno protegido por perros del infierno en estas calles, sonriendo vigilado por la luna mientras la horas fúnebres se abalanzan como hojas secas en una tormenta de otoño y mis lagrimas ardientes incendiadas se torturan con el sol tras volver de las nieblas opacas y bellas de los funerales. En mi amor a los cadáveres y mi total desprecio a la humanidad encontré en tus ojos la única luz que intento apagar.






Lúgubre es esta tempestad
de guerras cansadas
Lúgubres y funerarios
son los oscuros dolores de mi alma apolillada
de mustias alegrías,
de alegrías anónimas
alegrías silenciosas
sonrisas mediocres
Ausentes........

(Espero sentado en estas vicisitudes
la hora en que he de marcharme gozoso para volver…)